«TE QUIERO»

Aquel portazo, marcó el fin de aquella relación enfermiza, que apenas duró cinco años.
Ángela se enamoró locamente de él, cuando lo vió entrar en  la oficina, él ya se había fijado en ella hacía tiempo. Ella no tenía pareja, pero el sí. Un café llevó a otro café y sin darse cuenta el deseo los llevaba a tener relaciones sexuales, en cualquier rincón de ese viejo edificio en el que trabajaban. Disfrutaban como nunca ninguno  de los dos lo había hecho antes, se dejaban llevar de tal manera, que llegaban a perder la noción del tiempo y como no del espacio. 
Una mañana su mujer, se presentó en la ofina y dejó sus maletas en la entrada. 
En apenas unas semanas ya vivían juntos, se deseaban de tal manera, que era difícil  imaginar una vida, el uno sin el otro. Ángela se convirtió en su mujer. Tuvieron su primera hija, que llegó con un libro bajo el brazo. Angela publicó su primer  libro, una recopilación de relatos eróticos, y  fué todo un éxito y donde los  protagonistas eran, como no ellos. Pero la relación empezó a enfriarse y con el tiempo el deseo se esfumó.
Su editorial le pidió que preparara la segunda parte, y cada mañana como si de un ritual se tratara , abría su ordenador y escribía, era muy  metódica y sus dedos se deslizaban rápidamente por el teclado,pero  sus pensamientos eran  aún más rápidos. 
Una mañana al abrir en ordenador, entró un correo electrónico, que no iba dirigido a ella precisamente. Al ver el asunto "un café?" no dudó en abrirlo. 
Marco la engañaba desde hacía tiempo.Ella no quería verlo, pero aquí tenía las pruebas. En aquel momento su vida se desmoronó. La discusión fue monumental, la llamó loca, desconfiada y le intentó hacer creer que solo era una amiga. Finalmente se marchó y no volvió. 
Ángela solo pensaba en su hija, y venían a su cabeza muchas preguntas¿como saldrían adelante? Ser escritora no le daba esa estabilidad económica, que necesitaba.Su cabeza daba muchas vueltas y no podía concentrarse en su nuevo libro. Ninguna técnica funcionaba y era incapaz de escribir una sola linia. Qué relatos eróticos iba a escribir si apenas recordaba la última vez que tuvo relaciones sexuales. El tiempo pasaba, la editorial presionaba hasta que una  mañana su hija le dijo:-Mamá, te quiero.
Y aquellas tres palabras, fueron el inicio, de una nueva vida, que auguraban seguramente un  nuevo éxito, para nuestra escritora.