Quiero escribirte una historia con las manos, pero no funciona nada, mi cerebro tiene claro sobre que quiero hablar mas no consigue conectar con mis manos para que comiencen el trabajo.
Paso las horas escribiendo y borrando delante del ordenador, escribiendo y haciendo bolas de papel que caen fuera de la papelera de mi habitación cuando cojo la libreta.
Quiero escribirte un poema,
escribir sobre tu cuerpo de nuevo.
Y empiezo a sospechar que no pasará
ni lo primero ni lo segundo.
No escribir más sobre tu espalda es algo
que ciertamente sospechaba podía llegar a pasar.
Pero no escribir sobre una hoja, no disparar letras
a la pantalla a más velocidad de la que puedo pensar
nunca había sido algo de lo que me hubiera preocupado.
Y aquí estoy, incapaz de escribir cuatro líneas seguidas.
Ni verso
Ni prosa
página en blanco.
Incapaz de crear, incluso últimamente de creer.
Viajo al pasado, vuelvo aquél lugar donde nos besamos
y no rescato nada de allí.
Imagino un futuro imperfecto.
Sobre el presente poco que decir vuelve a quedar la
página, un día más, como yo.
Vacía.
Es como si entre otras tantas cosas te hubieras llevado también
eso que nunca supe explicarte, que salía desde dentro, me obligaba a coger un bolígrafo y sin mi permiso comenzaba a trazar sobre el papel letras, palabras, versos…
Por ello hoy ya no te pide que vuelvas tú, lo que pido es que me devuelvas eso que me pertenece, no puedes dejarme sin mis letras, sin mis ganas, sin esa fuerza incontrolable.
No puedes porque es mi forma de evadirme, de hacer las paces conmigo, de tratarme bien.
Porque es la forma de reconocer que te sigo echando de menos.
Por eso te agradecería que devuelvas algo que no te pertenece.
¿Podrías por favor dejar de nuevo en su sitio todo?
Por el contrario mientras dure esta maldición que me impide escribir me dedicaré a enviarte cartas absurdas como esta, hasta que por pena, desgaste o aburrimiento me devuelvas esa chispa que tanto te gustó.
E intentaré escribir, te lo advierto poemas.
Serán horribles sin sentido
sin métrica
Quizás solo con lírica
Sin ritmo
Ni tempo
Sin ti
No volverás a aparecer en ninguno de ellos,
no hablaré de tus ojos castaños
ni de tu sonrisa, me niego a hablar de ella
del poder que ejercía sobre la mía.
Nunca más hablaré de tus piernas,
de la pasión con que subía por ellas hasta llegar
a uno de mis lugares favoritos.
Jamás volveré a escribir sobre tus manos
y lo que conseguían solo con rozarme.
Puede que sí escriba si no me devuelves las letras
sobre tus pies, sí tus pies, esos que tanto odias sin razón.
O sobre los coloretes que aparecen en tus mejillas cuando
pasas un apuro, esos coloretes que enamoran a cualquier persona
que se tope con ellos, a cualquiera menos a ti que los detestas.
Te pido una última vez que devuelvas lo que me pertenece.
Gracias por la atención.
PD: Creo que sigo pensando en ti más de lo que digo.