«Una historia que contar»

Todo el mundo conoce la leyenda del hilo rojo, una leyenda la cual a mi me fascinaba, hasta que choque con la realidad de que quizás no todo el mundo tiene un hilo rojo al final del camino. 
Selena ,ese es mi nombre y con tan solo 25 años estoy viviendo uno de los calvarios más espantosos que pude a ver sentido nunca, tengo que admitir que todo lo que viví fue culpa mía, nunca vi una sola señal de que realmente el no me amaba o quizás solo me rehusaba a no hacerlo .El se llamaba Fabian , se llevo todo de mi con su marcha y no me refiero a cosas materiales como puede ser un coche, un anillo o lo que sea, me refiero a todo, se llevo todo de mi y me vacío por completo, me quito la alegría, las ganas de vivir         ¿cómo se pudo marchar después de tanto tiempo juntos? Todavía recuerdo cuando nos conocimos, estábamos en secundaria a comienzos de curso, el era el chico nuevo y yo solo la niña que se sentaba en el asiento de atrás suyo, yo en ese entonces no era de tener muchos amigos, era muy limitada socialmente hablando, el me presentó ante sus nuevos amigos, me dioganas de vivir , ganas de sentir esa emoción que nunca antes había sentido, y todo se desplomó. Me prometió un futuro junto a mi y en cierta parte si lo cumplió, pero dime que quieres que haga yo sin ti ahora, dime como sigo sin tenerte a mi lado todas las mañanas, quien me animará a ser mejor persona todos los días, recuerdo esas palabras que siempre me decías " el mundo necesita oír lo que tienes que decir" quien me las dirá ahora, como podre cumplir cada sueño propuesto si tú te has llevado todo lo que tenia dentro, si me has traicionado de la peor forma posible. Se supone que tengo que seguir con mi vida como si nada hubiera pasado, como si nunca te hubiera conocido, eso trataste de hacerme entender¿ porqué a mi Fabián? Y porque con ella, como pudiste ni siquiera pensarlo. Ese 24 de septiembre quedará en mi mente como el día en que el hombre que yo amaba me engañó y traicionó mi confianza casándose con mi hermana, nunca me dijiste que ella te hacía más feliz que yo, nunca me hiciste entender que ella era tú chica, así te lo montaste por la mañana estabas conmigo y por la noche disfrutabas con ella ¿no?. Sinceramente sigo esperando que vuelvas arrepentido, que me supliques mi perdón, pero como eso no ocurrirá seguiré aquí enfrente del portátil, con tu foto al lado y mil lágrimas ya derramadas, esperando recuperar lo más importante que me quitaste, las ganas de contar mis historias y que todas sean escuchadas.