«Voy a mandarle una carta a papá»

Alicia estaba aburrida y comenzó a hurgar entre los cajones. Encontró unos folios, sobres, bolígrafos y sellos. La pequeña decidió escribir una carta:

"Hola papá, espero que allí estés bien. Mamá dijo que allí, te pondrías bien. Sano y fuerte, y que cuidarían de ti. Que cuando pasen muchos años iremos allí todos para reunirnos contigo. Pero que para eso todavía falta mucho.
Te echo mucho de menos, tengo muchas ganas de verte. Mamá también, desde que te fuiste está triste casi todo el tiempo. Aunque cuando me acerco y le abrazo parece que se le pasa y se pone a jugar conmigo. El hermano ahora toca mucho tu guitarra y va a las comparsas de verdiales con el grupo que tú solías tocar. Todos dicen que toca igual de bien que tú.
Quiero que sepas que te queremos y te echamos mucho de menos. La perrita también se acuerda mucho de ti. Se acurruca en tu lado de la cama y duerme con mamá y conmigo todas las noches. Todos los días olisquea tu armario y tus zapatillas, las coge con la boca y las lleva de un lado a otro de la casa como si te buscara para llevártelas, luego las huele y sigue el rastro hasta tu sillón y se sube y se tumba.
Bueno, papá. Te quiero mucho, no nos olvides y cuando pasen muchos años iremos allí para estar contigo."

La niña dobló el folio y lo metió en un sobre. Cuando estaba untando el sello con pegamento de barra y se disponía a pegarlo en la carta llegó su madre que sorprendida le dijo:

—¿Qué estás haciendo, cariño?

—Voy a mandarle una carta a papá, pero no sé el destino que tengo que poner. Mamá, ¿Qué pongo? ¿"El cielo" o "Junto a los angelitos"?