Por las mañanas Manuel y yo apenas coincidíamos antes de irnos a trabajar, solo unos minutos, los suficientes para recordarme que faltaban cereales o detergente....cosas así, pero hoy me dejó descolocada.
Me dirigí al vestidor, hoy me apetecía ponerme algo especial, pasé al baño y allí, en primer plano, había un sobre de color rosa que estaba sujeto entre el desodorante y el secador de pelo. Confieso que me emocioné, se me hacía raro pues mi marido no era amigo de estos detalles, tenía otros pero diferentes, más de estar en la tierra como èl dice. Rápidamente lo abrí y dentro había una nota y otro sobre pequeñito.
Comienzo a leer la misiva: Querida Sara, estaba sentado en el retrete y escuche en la radio que hoy era San Valentín. He pensado tener un detalle con corazón, de los que te gustan, te dejo 10€ para que te compres en el bazar esa funda para la tabla de planchar de hadítas que tanto te gusta. Feliz día!!
El giro final es brutal!
Desternillante!
Saludos Insurgentes