«Sólo amigos»

-En realidad me llamo Anabel.
-Aaaahhh, es más fácil de pronunciar que el nombre que te has puesto en Facebook -las risas no se hicieron esperar.
-Aun me cuesta hablar del tema.
-Recuerda que estoy en ERTE, tengo mucho tiempo y paciencia. Aunque espera, voy por palomitas, por si acaso -las risas eran parte de sus diálogos, precisamente era eso lo que les había unido desde el primer día.
-Dos meses, eso duró nuestro matrimonio. 
Yo no podía acompañarla tantos días, por lo que fui la primera semana. Ella se quedó en Costa Rica 14 días más para solucionar unos asuntos de la herencia de su padre. Y ya no regresó. El avión de vuelta no llegó a sobrevolar el Pacífico,  dejó de ser visible en los radares. Días después encontraron los restos. No hubo supervivientes -ella sintió que se cortaba su respiración, y solo pudo escribir un escueto: lo siento.
Han pasado tres años, y aún siento que de alguna manera está en casa. Su olor peculiar, esas risas que llenaban cualquier espacio.- ¿Sigues ahí?-Si. Disculpa. Tal vez no sea el mejor momento Luis, pero no Puedo seguir silenciando lo que llevo dentro. Hace meses que hablamos, y contigo cada día se convierte en algo especial. Espero cada día con ilusión que te conectes. Tus risas se han convertido en gasolina para mi. Imagino acariciar tus labios más de lo que me gustaría reconocer ¿Qué soy para tí?  Porque ya no puedo ser sólo tu amiga -ahora es el quien guarda silencio.-Creo que ha llegado el momento de tener una conversación en persona -por fin pudo decir Luis- Necesito saber qué siento realmente Puede que haya llegado el momento de volver a empezar.