Los casos de Rai Daniels

El inspector de policía Rai Daniels tenía su vida bien atada. Había tardado años en lograr el respeto que, ahora, sus compañeros le profesaban. Contaba con los contactos necesarios para continuar escalando, y tenía un olfato excelente para elegir los mejores casos. Pero la vida es caprichosa, y cuando empezaba a pintar canas, sus planes se vinieron abajo. 

Los casos de Rai Daniels promete convertirse en una de las sagas policiacas más entretenidas del terreno literario gracias a un protagonista complejo, cuya perfecta y organizada vida cambia de la noche a la mañana a causa de un accidente que le hará perder la vista. Tras encerrarse en la amargura y la autocompasión, en esta primera entrega titulada El secuestro, Rai Daniels volverá al terreno de juego como nunca antes lo había hecho: convirtiendo su discapacidad en una nueva capacidad.

«Con esta novela pretendo reflejar la capacidad del ser humano para adaptarse a las diferentes circunstancias de la vida», comenta su autor, Raúl Fuentes. Al igual que el inspector, Raúl ha crecido trabajando sus habilidades sin contar con la vista, por lo que es plenamente consciente de las dificultades a las que se enfrenta su personaje. 

«Este es un acercamiento a la discapacidad bastante crudo y directo, donde intento expresar la reacción del protagonista ante la pérdida de la vista», añade Raúl. Pero es también una manera de compartir con la sociedad una perspectiva distinta, «quiero que el lector entienda cómo se vive la discapacidad desde dentro». Toda una declaración de intenciones de un autor novel que se enfrenta a un nuevo reto en su vida: hacer realidad este proyecto con el apoyo de personas como tú. Sus mecenas.

Raúl Fuentes Miyar nació en La Habana (Cuba) hace justo treinta años. Reconoce que siempre fue muy maduro para definir lo que quería hacer con su vida, por eso en tres décadas le ha dado tiempo a vivir más que a cualquier ser humano. «Me encantan los retos y las metas, me impulsan cada día ayudándome a crecer siempre un poquito más», confiesa con una gran sonrisa.

Profesionalmente, se dedica a componer música para cine y videojuegos, además de ser profesor de piano. Pero su trayectoria no acaba aquí, también hizo natación antes de llegar a España con 19 años, y ahora es 4º del mundo en tenis para ciegos. «La escritura era una espinita que me tenía que quitar, ¡y mejor más pronto que tarde!».

«Quería escribir un libro donde el lector pueda ponerse en la piel de una persona ciega. Conozco este mundo de la discapacidad desde dentro, y lo que escribo no lo he estudiado, no lo he visto en películas, ni lo he diseñado para que sea algo fantástico. Es la cruda realidad de muchas personas, pero con un toque de misterio para mantenerte alerta y enganchado».