Hay un arrebol en el cielo que el tiempo
me arrebata sin poder hacer yo algo.
Cruel es mirarlo, ciego de mi campo.
Sin tocarte, contemplarte es amargo.
Se ha ido, y yo aquí, sin mi fuego, me rompo.
Patatas, ya voy, aunque no me ahogo.
Arrebol, color de mi pasión,
líbrame de mi agria misión.
Lechugas, perejiles y cominos.
Pimientos, guisantes y tomillos.
Esos son mis huertos verdes
pero, ¿Y la remolacha alegre?
Queridos tomates, vuestra pintura,
en el cielo, la quiero sin mixtura.
Uníos, ardiente pimiento y fresca fresa
en la celestial mesa.
El cielo de sangrientos arreboles,
pura fantasía cubierto así,
es mucho mejor que un campo de coles.
Querida fortaleza andalusí,
¡Tan bien observas mis queridos soles,
que hasta en tu muro se ven, nazarí!
Magenta y amarillo, perfección,
colores de mi predilección.
Arrebol, hasta aquí mi canto.
Me despido llorando en el lago,
aguantando ver este quemado
al que desesperadamente me ato.
Ínclito fenómeno, del naranja, hermano.
Desde el norteño alano
hasta el apartado africano,
todos te conocen de otoño a verano.
Adiós.
#Tontodelasfuentes #καγχαλάω LA VIDA NO ES BLANCA NI NEGRA, SINO ARCOIRIS. Rem ad triarios…
Miembro desde hace 3 años.
46 historias publicadas.
Prosa y rima con intención y llena de calificativos frescos y coloridos.
Me ha encantado, enhorabuena.
Saludos Insurgentes