«¿Aún tenemos futuro?»

Nunca imaginé que, a mis 35 años, iba a estar aquí sentado escuchando estas tonterías después de años de duro trabajo y sacrificio estudiando y dejándome la vida en ello para estudiar la carrera de ciencias políticas y estar hoy aquí como ministro; con la intención, iluso de mi, de poder cambiar el mundo.
“ ¿De verdad no son conscientes de que nuestro mundo se va a la mierda?”
Parece que aquí soy el único preocupado por esos cambios de temperatura tan bruscos, ese mar tan revuelto, ese cielo que ya ha perdido su tono azul turquesa…solo tengo ganas de llorar, por ver como no son capaces de tomar medidas ni dejar que otros, que tenemos esperanza de que esto cambie, tomemos medidas para recuperar e intentar sanar lo que nosotros mismos hemos destruido. Solo les importa la imagen, el dinero… todo el postureo sin ser consciente de que si terminamos con el planeta no tendrán donde lucirlo.
“ Bien, por fin me toca hablar…”
Es imposible, que impotencia que no den importancia a lo que yo puedo ofrecer siendo el primero en mi promoción y con ganas de solucionar esto.
Pero ¿sabes que?, que ya solo me queda rezar, por ellos y por mi porque, con mucha pena dentro de mi, esto se acaba y sin haber echo nada por remediarlo.
El mundo nos necesita pero le hemos fallado.