«¡Levántate Sardinero!»

Mi Sardinero querido,
el mar te está sometiendo,
el clima ya se ha desentendido,
tus playas se está comiendo.

El agua gana su terreno,
terreno que el hombre robó,
viaja con desenfreno,
a la morada que abandonó.

La climatología se desvanece,
ya nadie la puede frenar´
tu jardín ya no florece,
tu paseo ya en alta mar.

Mar Cantábrico embravecido,
presentando sus credenciales,
sigue subiendo sin sentido,
dando golpes marciales.

Tu encanto ha desaparecido,
ahora todo son recuerdos,
ya lo has conseguido,
se han roto todos los acuerdos.

De niño me bañaba en tu mar,
correteaba por la arena,
hoy todo es alta mar,
adiós a tu calma serena.

Tus rocas han desaparecido,
ya no se puede naufragar,
mis pensamientos se han hundido,
y nadie lo puede parar.

Ya no existe tu paseo,
ni tu barandilla azul celeste,
fotos de recuerdo en un museo,
tu paisaje es agreste.

Tus negocios han desaparecido,
ya no existe el buen yantar,
nadie ha sobrevivido,
tu marisco ya no se puede catar.

El sol sigue brillando,
oteando el horizonte estoy,
veo barcos faenando,
de la nostalgia vivo hoy.

El agua ha subido tanto,
todo ha sido muy rápido,
aquí sigo esperando,
mi playa, como es sabido.

Ya no te podré pasear,
tampoco tu arena pisar,
desastre climatológico,
paisaje bucólico.

¡Levántate Sardinero!
¡levántate y despierta!
¡sabes que yo por ti muero!,
aunque tu vida sea incierta.

Siempre cabalgar a tu lado,
nunca te voy a abandonar,
aunque te has marchado,
siempre te voy a recordar.

Adiós Sardinero mío,
el hombre te ha traicionado,
te ha llenado de frío,
tu encanto ha devastado.