«Conversaciones de San Valentín»

-Rafa, ¿sabes que el lunes es San Valentín?
-Calla, calla, no me lo recuerdes, que me empalago.
-¿Tú crees que la reina Letizia recibirá flores?
-Jajaja ¿Pero cómo piensas eso ahora?
-No se. He pensado en uno de estos matrimonios que parece que no se quieren de verdad. Pero yo ni idea, en realidad.
-Bueno, si fuesen los Reyes de antes, fijo que no. De todas formas seguro que Letizia recibe flores, aunque no sea del marido.
-¿Y tú crees que regalar flores el día de San Valentín es machista?
-Pero, tío. ¿Qué te ha dado? Anda, deja el tema que odio San Valentín.
-No se, es que la imagen de ir por la calle con un ramo de flores para dárselo a una chica suena como muy tradicional. Y lo tradicional suena a rancio. Ya sabes que últimamente todo el mundo está muy tiquismiquis con todo. Y tampoco es que a ella le gusten mucho.
-¡No no. Regálaselas! Aunque no le gusten. Es un día para celebrar el amor. ¡Y las flores son el símbolo del amor!
-No estoy seguro. ¿Por qué te has venido tan arriba de repente?
-Hazme caso. Llama para que llegue un ramo por la mañana a casa. Luego para que le llegue otro al trabajo a mediodía. Y cuando ella llegue por la tarde a casa, dale otro en mano.
-¿Estás seguro de eso? Que nunca fue muy de flores...
-¡Es el símbolo! Y reserva en un restaurante chino para cenar. Paquete completo para que vea lo mucho que la quieres.
-hum...
-También puedes disfrazarte de cupido.
-¡No!
-Que sí, que esto a las tías les encanta. No solo le demuestras su amor sino que sales de la monotonía diaria.
-No me veo con unas alas de plumas, pero bueno.
-Y con pañal, acuérdate.