«Distrito Norte.»

Hoy 2 de octubre es el patrón de la policía nacional, pero en la comisaría de Distrito Norte nunca descansan, el barrio está inundado de droga, familias destruidas por esa mierda y narcos enriqueciéndose.

El comisario Garralda desea acabar con esta lacra, pero el número de efectivos es muy inferior a los malos.

Dos narcos se reparten el pastel, Poncela y Sisniega, sanguinarios sin escrúpulos que manejan a su antojo.

Nada escapa de su control, tienen informadores y confidentes por todas las esquinas.
En comisaría están pendientes de algún paso en falso, pero son muy escurridizos.

Mañana se pone en marcha el operativo programado para pillar a Sisniega en pleno intercambio de farlopa con un cártel colombiano.

-Atención todas las unidades, Garralda al habla, a mi señal entramos en la nave, todos preparados. Intercambio de disparos, y muchos detenidos, Sisniega y el colombiano han caído junto a un alijo de una tonelada de polvo.

Afuera se felicitan por el éxito, pero falta uno, el inspector Dóriga no aparece, -infiltrado en el clan de los Sisniega-.

El comisario se percata que entre los abatidos se encuentra el cuerpo sin vida de su compañero, una bala perdida le ha alcanzado en el corazón, al no llevar chaleco, ha muerto en el acto.

En comisaría están destrozados, nadie se explica como pudo ocurrir, para colmo los de asuntos internos merodeando.

Los agentes intentan seguir adelante, no es fácil cuando ha fallecido un compañero en acto de servicio, pero hay que seguir, los malos nunca descansan.
Hay varios interrogatorios internos, tras varios días de investigación un informe dictamina que el inspector ha sido asesinado por un compañero corrupto pagado por el narco, las cámaras de la zona y el calibre del proyectil así lo dictaminan.

Alonso es la pera podrida, interrogatorio y a disposición judicial.

Mañana será un día más en la jungla de esta ciudad.