«Dos desconocidas»

Una no podia imaginarse ni por un instante que iba a compartir cafe con alguien por sorpresa. Aquel dia de Septiembre sucedio. Aquella joven se presento ante mi con una curiosidad que no me esperaba.
-Disculpe que me presente asi ante usted Virginia. Supongo que no esperaba ver a alguien un tanto excentrica.
-No se preocupe, aunque es verdad que no estoy acostumbrada a visitas ciertamente a veces me hacen feliz las pocas que reciba.
-¿Sabe creo que algun dia encontrare ese espacio al que usted nombro como habitacion propia o puede que ya lo haya hecho?
-Intuyendo que es usted muy inteligente, puedo asegurar que con mucho teson y paciencia sucede.
-Agradezco enormemente sus palabras
-Disculpe joven, puedo ser yo esta vez quien pregunte
-Que sea usted quien me lo pregunte, por favor pregunte lo que quiera
-En ese futuro del que viene ¿Sigue vivo el espiritu de lucha?
-Bueno…me aventuraria a decir que si aunque queda mucho por hacer. Demasiado señor que quiere explicarnos cosas. No le parece.
-Espero que sigas manteniendo esa lucha y ese espiritu que tienes joven. Yo desde donde este estare viendo que sucede.
-No lo dude ni por un instante.
Aquella visita inesperada me dejo un aprendizaje necesario. Le desee lo mejor antes de despedirnos. Quedaba mucho por hacer estaba claro. La habitacion propia que una vez escribi y declame estaba mas viva que nunca. No se que pasaria con esa joven lo unico que se es que una no deja jamas de aprender. Y que jamas de los jamases pongamos barreras, ni cerrojos a la libertad de nuestra mente.