En el exterior del recinto llovía a mares y algunos "heavys" llegaban en taxi y con bolsas de plástico cubriéndose la cabeza, protegiendo la melena o lo que quedaba de ella.
Empiezan a escucharse algunos pitidos increpando a la banda por la hora de retraso, pero cuando Axl salta al escenario, todo son gritos y aplausos. Comienza el repertorio mientras mi cabeza vuela a los 90, a mi adolescencia y primer amor, a los besos y caricias que nada se parecían a las maternales. Un amor que me dejaba la puerta entreabierta, que no me permitía entrar del todo, ni tampoco salir y alejarme sin mirar atrás.
Llega el momento de presentar a la banda y marcarse sus solos, minutos que aprovecho para ir al servicio. El pasillo de acceso vacío, oscuro. Me llega su olor, pienso que estoy loca, que es imposible, me estoy autosugestionando. Se abre la puerta del aseo de caballeros y allí está, frente a mí. Entre cuatro mil personas, el destino ha querido que nos encontremos. Nos miramos, sonreímos, no decimos nada, nos acercamos, nos abrazamos, un abrazo largo del que no podemos arrancarnos. Todo sigue igual, como si no hubiera pasado el tiempo, como si tuviéramos quince años y todo estuviese por hacer. Como si yo no estuviera casada, ni fuera madre; como si él no tuviera pareja y acabasen de irse a vivir juntos.
—Tengo que volver. Me están esperando.
—Apunta tu teléfono. Quiero verte fuera de aquí - susurra dejando su móvil en mi mano.
Silencio. Primeros acordes de Sweet Child O' Mine. 667...
Where do we go, where do we go now...
Muy bien traído el where do we go now :)
Un saludo.
Enhorabuena!
Saludos Insurgentes