El orinal y la bandeja con la masa insípida. Claro, y yo. Estamos el orinal, la bandeja y yo. La bandeja al lado de la puerta que no se abre, el orinal en una esquina lo más lejos posible de la bandeja. Si tienen un lugar parece que la habitación tiene un orden, parece hasta habitable, hasta un dormitorio. Un dormitorio sin cama en el que no podría dormir si no fuese por las especias mágicas de la masa insípida. ¡¡Sííí!! ¡¡Sé lo de las especias!!
Cuatro por cuatro. O cuatro por cuatro con algo; creo. De la puerta a la esquina del orinal hay cuatro pasos y entre las paredes horizontales cuatro con algo; creo. En metros no sé. Eso podrá calcularse, ¿no? Osea yo mido 1,81 y si me tumbo…
Do, re, mi, fa, sol, la, sí… ¿Hola? ¿Hola? ¡¡Hola!! Sí, la, sol, fa, mi re, do… ¡Eco! ¡Eco! ¿¿Eco?? ¡¡¡Aaaaah!!!
No conté el tubo led del techo. Estamos el orinal, la bandeja, el tubo led y yo. Dormiría mejor sin el puto tubo led… Aunque igual me daría miedo. O no. Yo creo que en este punto ya poco puede darme miedo.