La ermita en el volcán - Bea Morote
BM
Bea Morote

«La ermita en el volcán»

282 palabras
2 minutos
47 lecturas
🌋 Cuenta la leyenda de una montaña volcánica cuya cima conecta el mundo terrenal con el celestial y permitirá a quien alcance su cima recibir un mensaje directo de los dioses.
- ¿Por qué hay una casa en medio del volcán? - Preguntó Eira.
- Es una ermita. - Le explicó su padre.
- ¿Una ermita?
- Una pequeña iglesia.
- ¿Y Por qué está ahí?
- Cuenta la leyenda que hace miles de años, cuatro mojes vivían en la ermita. La gente venía de peregrinación porque se decía que el volcán te permitía hablar con Dios.
- ¡Te lo estás inventando! - Protestó Eira.
- No me lo invento. La gente lo pensaba hace miles de años. Creían que después de un largo camino, al llegar a la ermita, podrían recibir un mensaje de Dios que les permitiría solucionar sus problemas, o que recibirían una señal divina que produciría un milagro en sus vidas.
- ¡Eso es imposible!
- ¿Y eso por qué? - Preguntó su padre.
- Porque Dios no existe. - Dijo Eira convencida.
- Eso es lo que tú piensas, pero hay mucha gente que cree que si que existe.
- Igualmente... Si el volcán está muerto ¿Cómo te iba a hacer hablar con Dios?
- No está muerto, está inactivo. - Explicó su padre.
- ¡Pero si lleva miles de años sin sacar fuego!
- Pero eso no significa que esté muerto, está dormido, y en cualquier momento podría erupcionar, o sacar fuego, como dices tú.
- ¿Y cómo se habla con Dios? - Insistió la pequeña.
- Para eso construyeron la ermita en el centro del volcán. En el cráter. Ellos pensaban que llegar hasta el centro del volcán, hasta el punto más alto, les ayudaría a estar más cerca de Dios y por lo tanto este podría escucharles mejor.
- ¿Y ahora por qué está cerrada la ermita?
- Porque la gente dejó de creer y de visitarla y por lo tanto los mojes la cerraron y se fueron.
- ¡Dios no cumplió! Sentenció.
BM
Bea Morote
Miembro desde hace 3 años.

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Anastasia Sopale Thompson
26 sept, 20:41 h
Menuda cuestión la que planteas aquí, Bea. Tan eterna pregunta como su objeto: ¿existe o no Dios? Obvio que no voy a hecer aquí un debate en este sentido ni nada que se le parezca pero sí que tú texto abre una puerta a la reflexión interna, que en estos locos tiempos nunca está de más. Felicidades.
María Aguilar
27 sept, 14:38 h
Muy bueno... Felicidades
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