«Los regalos de Sofía»

Sofía había sido una niña muy deseada, sus padres llevaban buscándola años y, cuando por fin se dieron por vencidos, ocurrió el milagro y ambos se sintieron la pareja más afortunada del mundo.
Pero la vida seguiría poniéndoles piedras en el camino. De familias muy humildes, sus vidas siempre habían sido una constante de lucha y trabajo pero sus esfuerzos no tenían los resultados esperados, viviendo en un continuo umbral de pobreza.
Sin grandes regalos en fechas señaladas, sin una gran boda, sin un hogar decente en el que vivir, en definitiva, sin lo básico con lo que tener una vida lo más mínimamente cómoda y despreocupada; y ahora que por fin se iban a convertir en padres tuvieron a una niña que nació enferma y cuyo tratamiento no podían costear.
Los dos primeros días de vida de Sofía estuvieron marcados por pruebas, pinchazos y un diagnóstico que partió en mil pedazos sus corazones. Pero en esa segunda noche algo mágico e inexplicable sucedió.
Tres hombres, envueltos en una haz de luz, aparecieron en la habitación. Los padres, lejos de asustarse sintieron como un hilo de esperanza atravesaba sus corazones.
-Sofía será una niña sana y vivirá hasta que la vejez apague la luz de sus ojos.- Ese es mi deseo para ti.- Dijo uno de los hombres mientras ponía la palma de su mano sobre su pecho.
-El Universo os compensará por toda una vida de penurias, yo te doto de éxitos que recogerás a lo largo de tu vida. - Añadió el segundo hombre acariciando su rostro.
-Deseo que crezcas en un hogar digno junto a tu familia, allí seréis felices y dichosos. -Palabras que el tercer hombre regaló a Sofía para después besar uno de sus piececitos.
Y sin más, desaparecieron. El resto de su vida podéis imaginarla.