Maldita primavera que llegaste a mi vida sin avisar, derrumbando mi vida como un castillo de naipes. Entraste en mi existencia sin permiso, haciendo que perdiera mi libertad.
No serás tú quien guie mi destino a partir de ahora, quien marque mi camino a seguir. No serás tú quien decida sobre mi corazón y a quien debo amar, con quien he de compartir mis momentos.
Llegaste vestida de color y de calor, pero siento tu oscuridad y frialdad, como si un negro velo hubiera cubierto mi espíritu y mi alma.
Maldita primavera que has sumido al mundo a una soledad colectiva, en la que las almas están unidas, pero los cuerpos separados, los abrazos sesgados y los besos prohibidos. No olvidaremos aquellos días en los que nuestros seres queridos murieron solos, sin el calor de su familia, de su esposa, de sus hijos, de sus nietos. Nos robaste la vida, momentos que jamás recuperaremos y eso nos lo debes.
Y hoy de nuevo has llegado, maldita primavera, y nos has traído el caos y la destrucción. Otra vez hermano contra hermano, en una guerra sin sentido que destruye la vida de inocentes, de niños, de mujeres, de ancianos, de soldados que no saben muy bien por lo que luchan.
Maldita primavera, que has llenado los campos de flores, de color, árboles en pleno esplendor, ojalá llegue pronto el otoño.


Magistral descripción paisano.
Saludos Insurgentes