Desde lo alto de un edificio podía verse como la otrora ciudad de Roma, estaba sumergida, como tantas otras en el mundo.
La Fontana di Trevi, el Coliseo Romano, la basílica, todo estaba comido por el agua mientras Nikola, un chico de cabello castaño, observaba todo con suma tristeza, apretando la mano de su compañero Takeshi.
- este...era mi hogar...aquí es donde yo crecí….y ahora esta así…. - susurró, cerrando los ojos mientras un par de lagrimas caían por la comisura de sus mejillas.
Takeshi tomó el mentón de su compañero y se acercó besando sus mejillas, recogiendo las lagrimas con los labios, para después, besarlo.
- Lo se, debe ser triste, pero ahora, estamos juntos y todo volverá a empezar.
Susurró, cuando la alarma de su reloj sonó, indicándoles, que su tiempo limite había llegado.
-Nikola….es la hora…. - susurró recibiendo por parte de su compañero un suave asentimiento.
Takeshi cerró los ojos y de su espalda brotaron unas alas, tan blancas como la nieve. Tomó a su amante en brazos y dio un paso adelante, saltando al vació pero en vez de bajar, subió, alto, bien alto en las nubes, mientras su compañero sacaba de su bolsillo un pequeño trozo de papel, con un recorte de periódico
“El deshielo de los casquetes hace subir sin control el nivel del agua, inundando ciudades como Roma, sin dejar supervivientes”
El castaño esbozó una triste sonrisa al ver la firma del articulo, siendo de un chico llamado Takeshi, firmado el 12/11/2050, para después mirar a su pareja.
- cielo, recuerdame en que fecha estamos, aun tengo lagunas.
El de las alas sonrió un poco, besando la cabeza de su pareja.
- 25 de Julio de 2361.
Con una sonrisa, se acomodó en sus brazos, volando hacia el firmamento.