«Para Portugal en un Opel Corsa»

Bruja delincuente. Lo que me faltaba. O sea, que se venían a mi casa y yo les contaba una trola que se creían, y ahora soy una delincuente. Que veo a un hombre, aunque yo no veía nada, que si sería el Miguel, que sí, que era, que si sacaba las oposiciones, ay sí parece que las saca… Y si después las sacaba, pues acertó la Mari. Y sino, pues que era a lo mejor, y me inventaba un mal de ojo y les pasaba unas hojas de romero por encima y doscientos euros… ¡Si es que..! Yo delincuente, pero que ellos eran gilipollas no lo dicen. Y las orgías en mi casa … Si no follo ni pagando, que hace años que no se me acercan ni un perro. ¡Ojalá! Y andaría yo con el huerto regado y no así, medio loca… Pues iba a saber yo que el zumo de manzana del mercadona con las especias que le ponía “para ahuyentar los malos espíritus” podía ser malo. Pero la niña de la Juana, alérgica al jengibre, y va y casi se muere; y me denuncian. Ahora aquí huyendo para Portugal en un Opel Corsa y con lo puesto, que encima la cartita de la Agencia Tributaria, que ya decía yo que tanto bizum, y el Jose que me convenció para usarlo. Con lo puesto que me voy, y los de Sálvame en la puerta las cabronas largando lo más grande, hijas de puta. “¡Ay Mari, todo lo que me ayudas” y ahora míralas, ¡perras! 20 años de cárcel por estafa e intoxicación, más lo de hacienda. Yo en Portugal me embarco para Brasil, que allí le tienen más fe a estas cosas