«Perdida en el Laberinto»

Querido Jareth:
O... ¿Debería llamarte Rey de los goblins? Es la primera vez que escribo a un Rey. No sé cómo dirigirme a ti… A usted... A vos... Da igual. Yo soy Silvia. Tengo 9 años. 

Hace unos días alquilamos tu película en el videoclub de al lado. Me encantó. La vi varias veces el fin de semana y desde entonces no dejo de pensar que me encantaría cambiarme por Sarah y ser yo quien se pierda en el laberinto y hacerme amiga de Ludo. Tengo amigas que también la han visto y dicen que les das miedo. A mí no. Creo que no eres tan malo en el fondo, aunque secuestres niños para convertirlos en duendes.

¿Sabes? Mi madre dice que te conoce. Me dijo el otro día que eres un cantante inglés muy famoso. Ella es inglesa también. Me enseñó una foto tuya que venía en una revista que compra ella: Speak Up. Salías igual que en la película, guapísimo. Al lado de la foto había otra de un señor con el pelo rubio. Muy guapo también. Según mi madre, ése eres tú "de verdad". Yo miré las dos fotos, pero me costaba reconocerte. Tengo el recorte de tu foto, la de Jareth, debajo del cristal de mi mesita de noche desde ese día. Cada noche, antes de dormirme, imagino que yo soy Sarah y que me pierdo en el laberinto, una y otra vez.