«Por un momento, la vida»

Por un momento siente que está todo hecho. Ha madrugado para ir a correr una hora antes de preparar el desayuno. Termina su café con leche en la terraza de su ático mientras lee las noticias en su smartphone: "los bombardeos se aproximan a la frontera de Polonia".
Tiene la presentación del proyecto lista desde el viernes en su despacho. Decide hacer una llamada:
— Aleska, soy Andrej. Guarda este número por si me necesitas. Lo tengo decidido.
— ¡Andrej! Por favor, piénsalo otra vez...
— No, no hay nada que me haga cambiar de opinión. Tienes todas mis claves, haz tú la presentación por mi. En tus manos está el futuro de esta empresa.
— ¿Cuando te irás?
— A mediodía, para cuando termines de exponer, ya habré llegado al frente para luchar junto a mi hermano.
— Andrej, yo...no puedo...
— Confío en tí, no dudes, sé valiente. 
— No, yo sólo quiero...te quiero Andrej. No puedo pedirte que te quedes, pero vuelve por favor.

Unos segundos apretaron el palpitar de Aleska al otro lado del teléfono. Los mismos que Andrej tardó en reaccionar llenándose de fuerza y valor:

— Aleska, gracias por ser mi motivación para volver vivo. 

Por un momento, siente que está todo hecho. Cierra la puerta de su casa, baja por el ascensor con una mochila verde. A través del espejo sigue viendo su mirada perdida. No tiene ninguna certeza de poder cumplir el deseo de Aleska. Por un momento, sólo la necesidad de ayudar prevalece sobre el miedo a morir. 

Por un momento, la realidad supera la ficción.