Un soneto me manda hacer el juego
que en mi vida he visto tal desatino;
catorce versos, aire cervantino;
burlando la burla a Lope le ruego.
En tanto que de rosa soy labriego
tu azucena en este otro cuartetino,
que yo de versos ando pastoriego;
en este soneto que es nuestro juego.
Entra la primavera en el terceto
como dulce fruto de aquestos versos,
¿sinsentido a lo sentido hemos dado?
Y se viene ya el final, sin tus besos
¡qué gran bosta de soneto, obsoleto!
que no trata de amor: me la he jugado.
jajaja ¡me encanta!
Saludos Insurgentes