Fui fraguando la batalla
de esta lucha por amor
con reuniones clandestinas,
saboteando a mi enemigo.Refugiándome en la noche
como adversario cobarde
escondido en sus reproches.
Y cuando al fin declaraste
la guerra de nuestro amor,
me dejaste devastada,
vacía ante aquella nada.Escuchando el ruido sordo
de ese silencio tan hondo
que precede al tiroteo.
¡Abran fuego!
Y el disparo
fue directo al corazón.
Levanté una barricada
mientras lanzaba granadas
llenas de remordimiento
a esta guerra cotidiana.
Y con rabia solo ansiaba
devolverte aquel dolor.
Conquistar campo enemigo,pues ya se sabe que, a veces,
no existe peor maldición
que ver tus deseos cumplidos.
Pero cuando cae la noche,
y se abre el alto al fuego,
aún me parece escuchar
de fondo nuestros “te quiero”.
Con víveres de recuerdos
que alimentan mi querer,
en la noche de silencio
salí a pecho descubierto,
a buscarte entre cascotes
del amor que una vez fue.
Entre minas que al pisarTe encontré entre los escombros
que un día fueron pasión.
Con un beso y un abrazo
declaramos esa noche
la tregua a nuestro dolor.
Sabiendo que cuando el sol
ilumine esta batalla
se cruzarán tiroteos,
volverá a oler a metralla.
Y miraremos al frente
con ese orgullo altivo
de soldado diligente.
Con cicatrices de guerra
y el ruido de los fusiles,
después de haberte querido
en combate a vida o muerte,
no podría relegarte
a galeras del olvido.
Desempolvar los archivos
que escribieron nuestra historia.
Te amaré con todo el odio
que me quepa en una bala,
y te lanzaré granadas,
buscaré más munición
con pólvora del dolor.
Sellaremos con la sangre
derramada en la batalla
un contrato al desamor.
Tras duras negociaciones
con la asamblea de mi alma,
con mi corazón herido,
firmo un acuerdo contigo
y te querré para siempre
como mi eterno enemigo.
Me encantó
Metáfora pura!
Saludos Insurgentes