«Una y otra vez...»

Por un momento me quedé inmóvil, no sabía bien qué estaba aconteciendo, pero, aquel día, todo me parecía un recuerdo más que el propio presente.
Todo en mi mente se dibujaba como estampas ya vividas.
Como alma en pena camino por la oficina, tratando de averiguar el motivo de tan extraña sensación; busco en mi mente desordenada las palabras que me lleven a entender esto que acontece, pero, una vez más, el silencio ensordecedor es la única respuesta que encuentro...
"Ahora... Vendrá mi secretaria para hablar de unos informes, lo presiento..." Susurré con un hilo de voz.

- Señor... Los informes que me pidió... -Se fija en mi atónito gesto.

Siempre he sido una persona racional. Por ello tenía unas incontrolables ganas de soltar una carcajada, viendo que, yo mismo, acababa de predecir que vendría mi secretaria a hablarme de los informes.

- ¿Se ecuentra bien? -Me pregunta, algo confusa tras el alarido que solté en forma de una maniaca carcajada.
- Sí, sí... No se preocupe María. -Me recompongo al ver que, toda la oficina, está mirándonos con gesto asustado.- Tengo que salir un momento... No tardaré demasiado.
- De acuerdo... 


Salí del edificio, entre mis pensamientos; todo  se tambaleaba, la vista fallaba, y, un pitido se instaló en mi oído.

*PII* *PIIIIIII* Escuché un acelerado cláxon indicarme la inminente colisión contra un coche.  
- ¡Cuidado!
*PUM* Mi cuerpo se estampó contra la luna del vehículo. *PUM* Caí al suelo en cuestión de segundos.

- ¡Paco! Creí que no despertarías... -Veo a mi mujer con los ojos innundados en lágrimas.
- ¿Cuánto tiempo llevo aquí? -Pregunto fijándome en la sala del hospital.
- Cariño... Llevas un año en coma. -Me dijo con lástima.

Ahora entiendo todo... En mi mente, repetía una y otra vez el día de mi accidente; por eso creí que estaba viviendo algo pasado...