La investigación criminal se estaba llevando a cabo sin ningún sobresalto. La evaluación de pruebas señalaba, sin lugar a dudas, a Marcia y Steve como los asesinos de Laura, su vecina.
El móvil, argumentado por el propio Steve, eran los celos de Marcia y la buena relación que él tenía con su vecina, lo que llevó a su mujer a acabar con la vida de la joven.
Por su parte, Marcia lo achacaba al carácter violento de su marido. Según ella, Laura iba a confesarle que era amante de Steve y él ante la sospecha decidió eliminarla.
En el careo de hoy, todo ha ido según lo esperado. Marcia relató de memoria, aunque de forma muy convincente todo lo que habíamos pactado, ante la cara de perplejidad de Steve.
Él, fruto de los nervios, apenas ha sido capaz de reaccionar y contestar a las acusaciones que su mujer ha formulado.
Pobre hombre, como iba a ser consciente que yo, investigador de policía, llevo dos años entrando y saliendo de su cama, compartiendo con Marcia un sentimiento real y un plan para que él diese con sus huesos en la cárcel.
Yo acabé con la vida de Laura, y dejé todas las pistas necesarias señalando hacia él, y Marcia relataría toda una historia de traición por parte de su marido, que gracias a su faceta desaprovechada de actriz, no dejaría lugar a dudas.
Lo que no esperaba es que en el último momento, un sentimiento desconocido para la propia Marcia afloró desde dentro y terminó contando toda la verdad.
Aquí me veo ahora, en la celda que iba a ser para Steve, con una condena que juro que llegaré a cumplir, porque la sed de venganza es la compañera que ahora está conmigo, y esa no te abandona tan fácilmente.
Saludos Insurgentes