«Vera Prima»

¿Estoy despierta? ¿Cuándo he nacido? ¿Desde cuándo existo? ¿Quién soy y por qué puedo pensar? ¿¡Qué está pasando!? 

Qué raro, recobra vida todo mi alrededor, incluso se alegran los animalillos. La brisa es más fresca y la luz calienta más. Las flores se abren ante mí.

¡Eh, oye! ¿¡Quién eres tú!? Es hermoso ese varón blanco. No sé por qué pero no puedo evitar perseguirlo. Hay algo que me impulsa a seguirlo ¿Hola? ¿Me oyes?

Los árboles vuelven a tener hojas, los osos salen a cazar y las aves vuelven a poner huevos. Ese es mi gran poder, dar vida.

Te persigo y persigo, pero sólo huyes por todo el mundo. ¡Eh! ¿¡Cuánto tiempo vas a ignorarme!? ¡Ni siquiera me has conocido! ¡Abandona esas nevadas montañas y ven a mi vera, quiero conocerte!

¿Es que nunca te cansas? Vamos, detente y déjame conocerte. Eso es, párate ahí que ya llego, yéndose las últimas nieves. Espera ¿¡Qué te ocurre!? ¡No te me mueras ahora, hermosura de mis sueños! Llevo buscándote durante semanas y ahora, ahora tienes que estar bien, vamos, vamos, no te mueras, por favor, yo te quiero...

-¡Eh, tú! Que llevas corona de flores y vestido verde. Sí, a ti, a ti te hablo, ASESINA. Vas a pagar por tu crimen.

¿Qué estás diciendo, ígneo varón? ¡Yo lo amo y he intentado alcanzarlo! ¡Nunca le hubiera hecho nada tan cruel!

Arderás por tus crímenes y yo me encargaré personalmente... Tarde lo que tarde...