Alfil blanco, alfil negro

Si es la primera novela de Agustín Baeza, espero que no sea la última. Es de las mejores que he leído este año. Es satírico, mordaz y, en algunos momentos, absurdo. Durante la lectura, en algunos momentos, parecía estar leyendo un libro de Eduardo Mendoza. Manejando a la perfección una trama en la que te va llevando de la historia a los pensamientos y deducciones del protagonista. La historia se centra en un futuro no muy lejano donde Joshua, un asesor político casi a punto de estallar ante tanta sinrazón social y laboral, en el mundo político en el que se mueve. Desde su ministerio le encargan un trabajo secreto y peliagudo, el cual le llevará hasta cuba, donde no dejan de sucederle contratiempos al cual más absurdo. Entre tanto, mientras prepara el viaje, nos presenta su vida y nos muestra sus pensamientos en los que confirma hasta dónde es capaz de llegar el ser humano. Una genial obra que, con toda seguridad, voy a releer.

Original, entretenida y de lectura amena. Una novela que dibuja personalidades y facetas sobre unos personajes que son diseccionados, sin tapujos ni filtros, mostrando, en algunos casos, una imagen menos conocida y más real de la que intentan proyectar en su devenir diario, sobre todo en aquellos cuya actividad es la del gobierno y administración de lo público. Unos personajes ficticios pero que, como se advierte en las etiquetas de algunos alimentos, pueden contener trazas de realidad...

El libro de Agustín Baeza, es una gozada y un disfrute, lleno de ironía, gracia y compasión desnuda un tiempo político, cultural y social lleno de impostaciones y falacias. Tiene partes que son para leerlas en publico y reflexionar sobre la estupidización de tantos personajes, particularmente dos el dedicado a la pasión animal y  la aportación a la idiotización de las generaciones futuras. Quizá no aflore el sustrato real de lo que sucede entre los humanos de a pie, pero obviamente no es ese el objetivo. Lo fundamental es que después de esta primera descarga emocional y vital, Agustín puede adentrarse en nuevos escenarios y destinos