Hace cuatro años que empezó la pesadilla.
Una noche, el que había sido mi mejor amigo, se convirtió en mi peor enemigo.
Después de pasar la noche entre amigos me empecé a encontrar mal, algo de la cena me revolvió el estómago, tenia algo de fiebre y decidí irme a casa.
-Te acompaño a casa ? -dijo preocupado Rubén mientras me sujetaba la frente para vomitar.
-ay, si gracias, no me tengo en pie
Llamamos a un taxi, y al llegar me dijo que subía conmigo, que no me dejaría sola en ese estado
Me cogió las llaves de la mano, abrió el portal, y me cogí de su brazo.
Al subir, entró conmigo y cerró la puerta tras él.
Me tumbe en el sofá mareada, mientras el seguia mirándome de pie a mi lado.De repente, empezó a besarme, ¡quita, NO, para ! - dije - hasta que de repente entre en estado de chock y mi mente salió de mi cuerpo, no supe reaccionar.- Para - escuchaba salir de mis labios.
No sé cuánto tiempo estuvo, pero allí me quedé tumbada, llorando y sin las bragas.
Al día siguiente no sabía con quién hablar , no sabía que decir, hasta que llamé a una amiga, le conté lo sucedido y vino a casa.
Al llegar, yo estaba con un ataque de ansiedad, me abrace a ella y me dijo - esto hay que denunciarlo.
Tras pasar una semana de declaraciones y pruebas forenses esperé un año a q se celebrara el juicio
El juez no me creyó, el fiscal no le creyó y fue entonces cuando empezó la verdadera tortura psicológica para demostrar que ese día dije No.
Contradicciones varias!
Bien narrado!
Saludos Insurgentes