La vida de Larry Trainor podía resumirse en una simple palabra: melancólica. Desde que fue acogido por Niles Caulder, líder fundador de la Patrulla Condenada, Larry apenas abandonaba su habitación. Entre esas cuatro paredes se aislaba del resto de sus compañeros, atormentado por los recuerdos del pasado. Desde aquel trágico accidente que le destrozó la vida se vio forzado a cubrirse con unas vendas especiales, a esconder su deformado rostro, a ocultar la devastadora energía radiactiva que corría por sus venas. Su apodo como super héroe le quedaba como un guante porque el Hombre Negativo estaba sumido en una profunda depresión, viéndose así mismo como el más desagradable de los monstruos.
Un día el insistente ruido de su teléfono irrumpió la quietud habitual de sus dominios. Quiso despachar rápidamente a su interlocutor y seguir inmerso en su espiral autodestructiva, pero la insistencia del muchacho despertó su curiosidad. Así fue como conoció a su antítesis: el jovial, locuaz y bromista 'amigo y vecino' Spiderman. Todas las anécdotas narradas por el joven superhéroe iban acompañadas de aquella risa contagiosa y a la par musical cual canto de un ruiseñor. Pronto Larry quedó encandilado con sus ocurrencias, como aquella vez que le insistió en que Niles y el Profesor Xavier tenían que ser gemelos separados al nacer, o en lo favorecido que salía cuando se sacaba 'selfies'. Gracias a Peter Parker el Hombre Negativo recuperó la sonrisa, su afligido corazón rememoró el cálido sentimiento de la felicidad.
―Quiero verte en persona ―le confesó Peter en su última llamada.
Larry entró en pánico ante aquella confesión.― No podemos. Si me quito las vendas, tú…
― Todo saldrá bien. Yo también soy algo radiactivo, ¿recuerdas?
El optimismo de Peter derribaría esos muros de dudas y temores. Ambos terminaron formalizando su relación y... así el Hombre Negativo renació de las tinieblas.
Os recomiendo mucho la serie de Doom Patrol. Os va a encantar <3