«Esos no eran los reyes magos»

Eran las siete de la tarde, cuando de repente por el pasillo de maternidad divisé tres hombres bastante raros, iban vestidos con ropas brillantes, dos de ellos tenían baba de varios días y el otro era un hombre de color. Lo mejor es que venían a las cunas, con un paquete en las manos cada uno y lo peor es que no llevaban mascarilla, estos se iban a enterar.
- Buenas tardes ¿se puede saber donde van y sin mascarilla?
- Buenas y maravillosas tardes, ¿Perdón mascarilla? me puede explicar ¿Qué es eso?- dijo el que parecía mas anciano.
-Es esto que yo llevo en la cara- les dije dándole una a cada uno- cójanla de las gomas métaselas en las orejas y ajústenselas así. ¿Me pueden decir que hacen aquí? ¿ahora con el covid no se permiten visitas?
- Nosotros no queríamos importunar, solo veníamos de oriente a traer unos regalos al niño Jesús - yo alucinaba, porque si estos creían que yo sabía quien era el niño del que hablaban, con los niños que habían nacido esa noche.
- Claroo y yo soy la virgen María, ¿Qué habéis fumado?, también me diréis que habéis venido en camello.
- No en dromedario- dijo el que parecía escoces.
- ¡Váyanse de aquí! , sino quieren que llame al de seguridad, porque como venga os va acoger por la fuerza y la cosa... puede acabar en un furgón directo a la policía.
- Por favor señorita, tenemos que celebrar que el niño ha nacido- dijo el de color que aún no había hablado.
- Bueno entren, por esa puerta haber si lo ven, a mi no me han visto , no han hablado conmigo- se me encogió el corazón.
Corrieron escopeteados, vaya tela se creían los reyes magos. Vaya locos.