Ya hacía tiempo que Jhoana no tenía pareja y no sé sentía mal en su soledad escogida, pues le habían hecho daño y procuraba que esto no volviese a suceder evitando cualquier relación amorosa.
Este tipo de elección no implicaba que en sus momentos más bajos no añorase un abrazo, un beso y una conversación entre iguales, con cariño.
Era la tarde del 31 de Diciembre y no tenía pensado salir, pero inesperadamente recibió una llamada. Era Javi, su ex novio de tres años atrás. Mantenían buena relación así que no le extrañó, pero esta vez era distinto, él le rogó que cenase esa noche con él, que le estaba sucediendo algo, que necesitaba consejo y que sólo se lo podía consultar a ella.
Jhoana sabía que Javi no estaba pasando un buen momento, pero su tono parecía urgente y angustiado, así que accedió.
Quedaron en el restaurante al que solían ir tiempo atrás.
Se encontraron a las nueve en el hall del Petit Cheri y al verse el nerviosismo los invadió a ambos. Se saludaron formalmente y tomaron asiento en su mesa.
Hablaron de trivialidades hasta que él se armó de valor y le dijo a la joven que en estos últimos meses se había replanteado su vida y que no encontraba manera de pensar en un futuro sin Jhoana, se había vuelto a enamorar y no quería empezar el nuevo año sin ella.
Más sorprendida no podía estar. Había aprendido a no amarlo hacía ya mucho y la experiencia anterior fuera muy negativa, pero él afirmaba haber cambiado.
Jhoana no aceptó ni denegó la petición, había muchas cosas de las que hablar, pero con la doceaba campanada y la emoción del momento, no pudieron evitar fundirse en un apasionado beso de Año Nuevo con nuevos propósitos que cumplir.
Saludos Insurgentes