- ¡Mamá, este cuadro está mal, ese perro es violeta! – gritó señalando el cuadro del centro de la sala.
- Y, ¿por qué piensas que está mal?
- Lana no es violeta, es marrón. Y sus amigos del parque son blancos, negros, grises… - dijo pensativo recordando su última clase.
- Este cuadro es de Dalton X., ¿sabes quién es?
- No, ¿quién?
- Dalton era un artista neoyorquino que había estudiado en las escuelas más prestigiosas del mundo. Su estilo favorito era el hiperrealismo, es decir, dibujar las cosas tal y como las vemos, como si fuesen una foto. Trabajó sin parar mucho tiempo, encerrado en su cuarto sin hacer otra cosa que dibujar y pintar. Pero siempre rechazaban sus trabajos y le costó mucho que lo expusieran.
- ¿Por qué? – Preguntó con clara excitación.
- Porque, aunque sus obras eran de las más reales del mundo, en realidad, los colores que usaba siempre estaban “mal”.
- ¡Ves, tenía razón! – gritó dando un salto.
- Espera… – dijo sonriendo – Los colores estaban bien, pero solo en su mente. Dalton tenía una afección neurológica poco común que le hacía percibir las cosas de una manera distinta al resto de la gente, por eso el perro es violeta aquí, el sol es verde allí y el mar es amarillo allá. En aquel momento no lo sabían y su obra fue demasiado moderna para la época. Pero con el paso del tiempo esto cambió, y ahora lo más famoso de su obra es su uso del color, ya que nos hace ver el mundo a través de sus ojos.
- ¡Hala! Entonces, ¿él vería a Lana violeta?
- Puede ser, sí. ¡Quién sabe, cada persona ve las cosas de una manera diferente!
El giro final me ha gustado.
Enhorabuena.
Saludos Insurgentes