Hace unos días que llegué, y desde luego que esta experiencia se aleja mucho de lo que vi en Dark o en Regreso al Futuro.
Dejé mi vida en el año 2021 para continuar con mi trabajo como profesor en 1942.
Aquí los alumnos son castigados si no se han aprendido la materia, pero no con hacer copias o exámenes sorpresa, ellos reciben castigos físicos. Lógicamente no tienen ordenadores, tan solo disponen de unos pocos libros en el aula, que pasan de mano en mano y la pizarra en las que les enseño la lección dista mucho de las digitales.
El resto de los profesores son bastante fríos con los alumnos, y los tratan como si fuesen sus iguales en vez de niños de 15 años.
Los chicos y las chicas se encuentran separados en aulas diferentes. Las aulas, por cierto, no pueden ser más frías y eso que aún solo es Septiembre, y los alumnos traen encima toda la ropa que han encontrado en casa, para evitar caer enfermos.
Para ellos soy el profesor nuevo, el rarito, que es demasiado cercano con ellos y que enseña de forma extravagante, poniendo ejemplos de personajes históricos que aún ni siquiera han nacido, y que siempre se equivoca al poner la fecha en la pizarra, debo tener cuidado con eso.
Ayer, en uno de los pasillos vi a una alumna que me era familiar, y hoy he sido capaz de reconocerla. Me tengo que contener para no acercarme a ella y decirle que se cuide, que conocerá el éxito y el público le dará ese cariño que echó en falta en su niñez, pero el trato por venir hasta aquí era no modificar lo que ya ha ocurrido. Así que simplemente la saludo al pasar por su lado con un cariñoso: buenos días, Norma Jeane.