El mes pasado mi pequeño cumplió tres años, hemos sido inseparables hasta el día de hoy cuando he tenido que dejarlo en el cole después de vivir juntos tantos momentos inolvidables y superar cada día situaciones tan difíciles que prefiero no recordar.
Él es un luchador de la vida un ser muy valiente que me ha enseñado a enfrentarme cada segundo a mis propios demonios y miedos, gracias a mi hijo soy invencible, mejor persona y me reta a ser mejor padre.
Ahora que inicia esta nueva etapa en su vida y abre sus alas para volar es verdad que siento una mezcla de emociones que no sabría explicar con palabras.
Estoy seguro que poco a poco aceptaré está etapa del destino; confío sin dudar en mi pequeño y en todo lo maravilloso que descubrirá para su futura vida.