Mari Carmen Pueyo

«Ser o no ser»

301 palabras
2 minutos
55 lecturas
Reto creativo «La vuelta al cole»
👨‍👧‍👧 Ponte en la piel de un padre o una madre que lleva a sus niños al colegio en el primer día de clase. ¿Siente preocupación? ¿Alivio? ¿Cómo se encuentra cuando se queda solo/a?

—La primera vez que alguien le llamó “amigo” no supo cómo reaccionar. No estaba acostumbrado. Desde que nació le habían llamado de muchas otras maneras, ninguna excesivamente cariñosa. Su padre decidió llamarlo Huevón. Así lo bautizó al mes de nacer, porque, según explicó a carcajada limpia para recochineo de toda la familia, había sido el primer hijo varón (después de tres) que no se desgañitó la garganta para pedir de mamar. Y, como si aquel pequeño intuyera que no había sido ni esperado ni deseado, pronto aprendió a conformarse con las migajas de todo, comida, ropa y caricias, sin rechistar ni molestar. “Huevón, qué tonto eres”, “Huevón, no me calientes que te doy”, “Huevón, tira pa casa y no le digas a tu madre que me has visto”. Ese nombre, a fuerza de escucharlo, le imprimió un carácter que él mismo se esforzó en perfeccionar. No hacía, no sentía, no se quejaba, solo pasaba por la vida. Para su madre fue “Gordo” a secas y con la última “o” prolongada según lo borracha que se levantara por la mañana. Para sus hermanos mayores solo existía como víctima de sus collejas o zancadillas a traición. El resto del barrio lo llamaba “el crío del Pichabrava”, Bolasebo o Maricón, según le tuvieran más o menos confianza y cariño. De hecho, cuando empezó el colegio, desconocía que tuviera un nombre propio. “Pablo Cabezón Pérez” repitió la maestra mirándole fijamente sin que él supiera quién era ese Pablo. Sin embargo, sus compañeros decidieron que su apellido le definía mucho mejor y comenzaron a reírse de él. Entonces, Lucía, la más lista y guapa de la clase, le cambió la vida con una sola pregunta.

—¿Qué pregunta, mamá?

—Le dijo, ¿quieres ser mi amigo? Si mañana en el cole ves alguien triste, ¿se lo preguntarás tú?


Mari Carmen Pueyo
Escritora, formadora, coach
Miembro desde hace 2 años.

Para dejar un comentario, inicie sesión
Jose R.G.
13 sept, 11:10 h
Me gusta mucho como has perfilado al chico a través de los demás. He notado su dolor ante un mundo que le da la espalda y que lo sume en la soledad, dejando al final un hilillo de esperanza.
Mari Carmen Pueyo
13 sept, 11:31 h
Gracias José por leerlo y disfrutarlo. Esperanza, siempre, frente a la indiferencia, el maltrato o el bullying.
Sther Castilla Morcillo
13 sept, 13:49 h
He sentido el dolor de ese niño donde no se siente nadie, que no siquiera tiene nombre. Esta muy bien descrito y el final... Me ha emocionado. Felicidades.
Mari Carmen Pueyo
13 sept, 14:14 h
Muchas gracias Esther por emocionarte con mi breve relato. Me siento feliz por haberlo logrado con tan pocas palabras.
Ma
Martitapueyo
14 sept, 08:55 h
Es difícil describir en tan pocas palabras esos problemas que sufren much@s niñ@s y tú lo has conseguido. El final inesperado. 👌
Mari Carmen Pueyo
14 sept, 09:30 h
Gracias, Marta, por tu comentario. Era un reto, sí, con tan pocas palabras. Me alegra hacerlo conseguido.
Virginia Vic Miron
14 sept, 20:18 h
Pobre chiquillo. Buen relato contra el bullying
¿Al final la madre está contando cómo conoció al marido?
Mari Carmen Pueyo
16 sept, 15:49 h
Hola Virginia, gracias por tu comentario. No, no es la historia de su marido. ¿Qué te ha hecho pensar eso?
Ignacio Cólera
17 sept, 17:56 h
Muy bonito y esperanzador.
Mari Carmen Pueyo
17 sept, 17:59 h
Gracias Ignacio, esperanza siempre!
Begoña Garrido Riazuelo
17 sept, 22:51 h
Preciosa historia que nos ayuda a visibilizar una situación que tortura a muchas más personas de las que creemos.
También, con esta historia, podemos resignificar las palabras que dedicamos, a veces cariñosamente, a quienes tenemos cerca.
Gracias por escribirlo
Begoña Garrido Riazuelo
17 sept, 22:59 h
Gracias por esta historia que nos hace repensar las palabras que dedicamos a quienes tenemos cerca.
Sigue escribiendo....
Begoña Garrido Riazuelo
17 sept, 23:00 h
Gracias por esta historia que nos hace repensar las palabras que dedicamos a quienes tenemos cerca.
Sigue escribiendo....
Begoña Garrido Riazuelo
17 sept, 23:04 h
Gracias por esta historia que nos ayuda a repensar las palabras que dedicamos a los que nos rodean.
Sigue escribiendo....
Begoña Garrido Riazuelo
17 sept, 23:04 h
Gracias por esta historia que nos ayuda a repensar las palabras que dedicamos a los que nos rodean.
Sigue escribiendo....
Otras historias participantes en este reto
  • «Notas de olor» , de Israel Gago Caballero Leer »

  • «Un soborno inadecuado» , de Txema Pinedo Leer »

  • «La despedida» , de Antonio Otero Fernández Leer »

  • «Un ritmo nuevo» , de Saserfer Leer »

  • «El día que gané un Óscar» , de Mikel M Leer »

  • «MAGISTER» , de Jaime Cenalmor Leer »

  • «EL SUEÑO DE JOHANN» , de Rebeca Martín Diosdado Leer »

  • «LAS GAFAS AZULES DE BRUNO» , de Silvia Guimard Leer »

  • «Mi niña» , de Vanesa Romero Códez Leer »

  • «La hija de Teón» , de Lucia F.S. Leer »

  • «Educare» , de Margabetanzos93 Leer »

  • «PROFES, MIS HÉROES» , de Raquel_RC Leer »

  • «LOS ÁNGELES, 1942» , de Pedro Gálvez Rando Leer »

  • «Universidad de Mujeres» , de Omicron Delta Series Leer »

  • «Con narices de payaso» , de Marta Fernández López Leer »

  • «Las amapolas de Vincent» , de María Caballero Leer »

  • «Tyler va a la escuela» , de Virginia Vic Miron Leer »

  • «Henry y su Stradivarius» , de Virginia Vic Miron Leer »

  • «El Papel» , de Sarai Hernández Leer »

  • «El gato Wino» , de Paloma RUIZ DEL PORTAL Leer »

Recompensa
+ XP
Acumulas XP y estás en nivel
¡Gracias!