«Su gran secreto»

A Carla le sudaban las manos aquella noche de fin de año.
Ella y Mauro llevaban varios meses de novios y, hartos de hacer sufrir los amortiguadores al tener sexo en el asiento trasero del Seat León del padre de él, habían acordado alquilar una casita en la sierra y asi despedir el año con una cena romántica y una noche de amor y pasión tras la cual, se dormirían plenos de felicidad abrazaditos el uno a la otra. Él soñaba con contemplar la dulce belleza de su amada durmiendo y sorprenderla, al amanecer, con un beso y un café humeante.
Estaba todo preparado en aquella acogedora cabaña decorada para la ocasión. Habían cuidado hasta el último detalle. El mantel blanco precioso, el centro de mesa, las flores, las velas, la música. El champán en la nevera, el pavo en el horno, el vino, las uvas...Pero a Carla le seguían sudando las manos. Se acercaba el momento y no veía la forma de contarle aquel secreto a Mauro. Sospechaba que aquella noche que tanto deseaban ambos se estropearía al revelar su enigmática verdad.
Elegantes se sentaron frente a la mesa, se sirvieron el vino y cuando se disponían a brindar Carla se armó de valor.
— Mauro, un momento. Antes tienes que saber algo importante, algo que podría cambiar nuestro futuro juntos—
— Carla, te quiero. Sea lo que sea podré entenderlo.
— Mauro...
— Dime, Carla
— Yo ronco, tío