Me disponía a seguir mi relato cuando de pronto, el cursor comenzó a escribir su propia historia, me quedé atónita. ¿Quizás el fantasma de algún antepasado quería mostrarme algo?
Intenté coger el mando de mi portátil pero fue imposible, estaba bloqueado, aunque el cursor de la pantalla seguía escribiendo solo. Así que no pude hacer otra cosa que leer, hasta me hice unas palomitas para ver cómo continuaba mi propia historia.
Se trataba de la segunda parte de “Su primer día”, cuando la mamá de Jorge descubrió su poder en su primer día de clase. Ella decidió llevarlo al colegio a pesar de todas las gamberradas que el pequeño le hizo saber con su telepatía, por fin podía disfrutar de tiempo libre para ella y no lo iba a desperdiciar.
Jorge le pudo mostrar los pequeños accidentes que iban a sufrir en la peluquería y en el supermercado, así que yendo sin el niño se sintió más relajada.
Cuando la peluquera le estaba cortando las puntas de su melena, recordó el mal presagio de Jorge con media sonrisa, un empujón del pequeño le hubiera provocado un corte radical en su cabello. Pero en ese instante pudo comprobar que el destino no se podía cambiar. Un resbalón del aprendiz, hizo que las tijeras profundizaran el corte. Salió de la peluquería espantada, pues tenía que ir al supermercado y sabía que le esperaba una caída aparatosa. Aun así acudió para comprar los productos que necesitaba, pensó que siendo precavida, no tenía por qué pasar nada.
Analizando cada paso, logró llegar al pasillo de los yogures. De pronto, se sobresaltó al sentir la vibración de su móvil, una llamada del colegio. Su hijo necesitaba hablar con ella, el que le protegió de la caída de un palé de huevos, delante de sus narices.
Buen relato, incluida alguna dosis de humor.
Saludos Insurgentes