Tras la desaparición de varios de mis alumnos, aludí sufrir una importante depresión para dejar la universidad y alejarme de aquel entorno comprometido para mis intereses y me trasladé hasta un pueblo perdido en las montañas. Allí, entre árboles y animales, encontré el contexto perfecto en el que refugiarme, como ya hiciera en los momentos más difíciles de mi infancia.
Una mañana, al acudir a observar a una familia de ciervos de la que me había encariñado soberanamente, vi cómo un hombre armado cargaba con el cuerpo inerte de uno de ellos. Mi corazón dio un vuelco repentino y mi alma se llenó de un profundo dolor. Aquel acto evocó a mis fantasmas del pasado y mi mecanismo de guerra se activó de forma inmediata.
Al día siguiente, el cazador fue presa de una de las trampas más atroces y letales que se hayan ideado jamás. Cuando regresó al lugar en el que había ejecutado al primero de los cérvidos para acabar con el resto, activó, erróneamente, un dispositivo compuesto por una tabla de madera y decenas de fragmentos afilados de acero incrustados en su superficie, que le golpeó en su parte anterior, infringiéndole un buen número de heridas que, si bien no eran mortales de necesidad por sí mismas, al estar impregnado el filo metálico con ácido y veneno, generaron en él una agonía cruel y dolorosa, mientras se desangraba lentamente. Después, los buitres que habitaban aquel entorno hicieron el resto y, hacer desaparecer los huesos, no fue, en absoluto, una tarea complicada.
Participé, como uno más, en las infructuosas labores de búsqueda, aunque, al no obtener resultados, cejaron en su empeño.
El cáncer me va devorando cada día más pero prometo que resistiré hasta que se sepa la historia del asesino olvidado. Aquel al que nunca lograron capturar.
I. Muerte en el búnker
https://libros.com/historias/trilogia-del-asesino-olvidado-i-muerte-en-el-bunker/
II. Sangre y acero
https://libros.com/historias/trilogia-del-asesino-olvidado-ii-sangre-y-acero/
III. Un ser molesto
https://libros.com/historias/trilogia-del-asesino-olvidado-iii-un-ser-molesto/
Enhorabuena.
Saludos Insurgentes
Enhorabuena