Hoy es el gran día, se había despertado temprano, hoy iba a dar su primera clase como profesora en la Universidad de Paris. Tenía pánico, no sabía como iba a salir, se había llevado meses preparando el temario, que libros recomendar a sus alumnos, que decir y cuando.
Era bastante difícil llegar a ser profesor de universidad, sobre todo en Paris, pero ella lo había conseguido, la primera mujer que lo habría logrado. Desde niña supo lo que quería, lo que anhelaba, muchas de sus amigas soñaban con el día de sus bodas, ella sin embargo soñaba con el día que obtendría su premio nobel o con dar clase en la universidad, este último se iba a cumplir ese mismo día, el primero tiempo después.
Aquella mañana Marie Curie recordó sus momentos más relevantes en el ámbito de su educación, los que los habían llevado hasta ese momento. Conmemoró sus primeros años de enseñanza en casa, siendo sus tutores sus propios padres, años después realizó la educación obligatoria en su querida Varsovia, la cual tuvo que abandonar para poder obtener unos estudios superiores, ya que no le permitían estudiar tales estudios en Varsovia, antes de marcharse recibió una medalla por su dedicación a los estudios.
Tras una larga reflexión sobre sus estudios cerró la puerta del aula, miró a sus alumnos, suspiró nerviosa y con pasos firmes fue directa a su mesa y con toda la firmeza que le permitieron los nervios dijo:- Soy Marie Curie y voy a ser vuestra profesora.
Marie Curie rompió el techo de cristal que no dejaba traspasar a miles de mujeres hacía una educación mejor. Marie Curie cambió la ciencia hasta entonces conocida. Descubrió el radio y le dio esperanza a muchas mujeres para poder estudiar y dedicarse a lo que realmente amaban.