«Una cita "romanticachús"»

Es un día muy especial, pues es nuestro primer aniversario. Entrando en el coche, me coloca un pañuelo en los ojos para que no pueda ver donde nos dirigimos, qué misterio, si es que es más mono, le encanta darme sorpresas y eso es una de las cosas que más me apasionan de él.
Según vamos avanzando siento que vamos subiendo un camino cada vez más elevado. ¿Me llevará a aquel restaurante con tan maravillosas vistas? Qué romántico.
Comienzo a notar el aire que entra por la ventana, el olor es muy agradable, sin embargo mi nariz comienza a sentir un cosquilleo. Poco a poco se va convirtiendo en un picor insoportable y mi nariz empieza a retorcerse haciendo que mi cara muestre gestos ridículos y, un suave hilo de mocos comienza a caer hasta la comisura de mis labios. 

- Ya hemos llegado - Me dice con entusiasmo mientras me retira el pañuelo de los ojos.

Con mis ojos ya al descubierto recibiendo todo el polen de aquel hermoso monte lleno de árboles y flores de todos los colores, puedo observar que ha preparado un picnic junto a un bello sauce. Consigo apreciar dos copas de cava sobre un mantelito de cuadros, sin embargo, no puedo ver más porque me rasco los ojos desesperadamente.

- ¿Te gusta mi amor? - Me pregunta el imbécil con todo el romanticismo posible.
- ¡Claro! ¡Aachús! - Le contesto imaginándome cómo le sentaría meterle unas gramíneas por los ojos.
- Uy, te has constipado cariño. ¿Tienes frío? Sacaré la manta del coche - Me dice el desgraciado abriendo el capó.
- No es constipado. Es la alergia. ¡Achús! No importa, vamos a tomar una copa de cava - Le contesto limpiándome los mocos.
- Vaya, lo siento. Será mejor que nos vayamos - Me dice preocupado.
- Sí, será lo mejor. ¡Achús!