“En la habitación 121 del hotel «Los Galeones» Samara ultima los detalles para su encuentro. Hace unos días Laskshmi, su ayudante hindú, le hizo la henna, dejando su cuerpo tatuado para su próximo encuentro sexual. Unos días después, su piel de color avellana lucirá representaciones delicadas que, cubiertas por aceite de lavanda, aromatizaran los cuerpos de los amantes ”
―Estás realmente preciosa, ¿Cómo se llama lo que llevas puesto?
―Es un sari, me lo regaló Lasksmi, mi amiga de la clase de yoga, ¿Recuerdas?
― Seguro que lo mencionaste, pero no lo recuerdo.
― Vaya, ¡Qué sorpresa! ¡Qué poco te fijas en mi!
― Te equivocas, hoy estás preciosa.
― Me imaginaba que te iba a caer la baba, además de encender tu deseo. En un día como hoy, eres incapaz de venir vestido de una manera adecuada. Abandonar el pantalón de deporte es difícil para ti… ¡Ni en nuestro aniversario!
― Sabes que desde lo que pasó, me da un poco igual mi exterior.
―¡Exigirte un traje de etiqueta lo veía imposible, pero me hubiese gustado que por lo menos te hubieses puesto unos vaqueros!
Ese libro que tienes ante ti, abierto por el primer capítulo, esta escrito por mi. Sé que te sorprende, pero me he estado dedicando todos estos años a escribir. Estoy cansada de tus palabras y de tus ausencias, o… mejor dicho, de tu falta de compañía.Hoy celebramos nuestro último aniversario, porque, desde hoy; tu y yo nos separamos. Va a ser tu mejor celebración, las otras... han sido delante de la televisión; ¡jamás me has llevado a comer fuera!
Julio se quedó mirando al centro de la mesa, allí, una tarjeta del hotel “Los Galeones” con el número 121, permanecía en el lugar donde su mujer estuviera sentada.
Enhorabuena!
Saludos Insurgentes