No es simplemente "comer" lo que ella hace: Primero mira a contraluz los cubiertos cerrando el ojo malo; después se los pone en el dedo índice comprobando su equilibro; los hace rechinar uno con otro (7 veces); usa un plato limpio para partir el alimento en cuestión (por ejemplo: una judía verde) y lo corta en cuadraditos que luego deposita en otro plato limpio; cuando tiene todo cortado, lo devuelve al plato original y, a partir de entonces, va alimento por alimento masticando 30 veces cada bocado.
-- Es sólo una tarta de queso, no creo que...
-- ... ¡Moñita, soy la abuela! -- Dice Beatriz con voz de ultratumba y acento cubano-- ¡Dile al abuelo que aún le quiero!
-- Soy budista.-- Corta Lilibel.
-- ¡Moñita, que soy yo: la yaya!
-- Te has reencarnado en siete animales diferentes, y ahora eres mi hámster Clotilde.
-- No soy tu hámster, soy tu abuela y te estoy hablando a través de esta vieja bruja que no se deja domar...
-- ¿Qué te dice doña Beatriz?
-- Me dice que la dejemos hacer sus cubiletes porque los únicos muertos que la contactan murieron asfixiados al ingerir alimentos...
-- Sí, suena muy a Bea. Pero si te encontraron muerta en la cama... ¡con la boca bien abierta!
-- "Alimentos" dice...
Está claro que la ingesta de alimentos puede ser muy peligrosa... Je, je, je.
Me ha encantado.
Saludos Insurgentes