14 de mayo de 1961, Birmingham, Alabama. Un autobús es brutalmente atacado por el Ku Klux Klan ante la miserable atención y protección de la policía. El grupo de jóvenes blancos y negros que luchaban por los derechos civiles fueron gravemente heridos. Entre ellos falleció el conductor blanco del autobús. Las declaraciones de su familia fueron desgarradoras, atentando contra la imagen de la lucha por la libertad afroamericana:
—Era un padre y marido ejemplar. Honesto, humilde y muy humano. No puedo imaginar de qué modo han tenido que amenazarle para conducir ese autobús contra su voluntad.
Marc condujo el autobús que partió de Washington con destino a Birmingham, Alabama. Pese a su incondicional apoyo por la libertad y concesión de derechos al grupo afroamericano, decidió ocultar su posición a su esposa y a su hijo de 12 años Mikel. Las conversaciones durante la cena eran violentas, su familia veía enemigos en los rostros negros. Marc tenía amigos en su ruta de autobús. Amigos de rostros blancos y de rostros negros. Defender los ideales de su familia no cabía en su cabeza. Defender amistades con nobles ideales daban valor a su acción.
La lucha por los derechos civiles pende de un hilo si nos limitamos a seguir los prejuicios.
Honestidad, humildad y humanidad. ¿Dónde estáis?
Una reivindicación a lo justo.
Bonita lección.
Enhorabuena Celia.
Saludos Insurgentes
Gracias por la lectura.