«La fiesta de las lágrimas (cap 2)»

Ha pasado un año desde el último samaín, hoy es año nuevo celta otra vez. Pero ya nada es igual.
-Por que no escucho los cantos y no veo sonrisas? A dónde se han ido los disfraces? -Se pregunta Antanas. Y aquel chico tiene razón, mi querido Laimės kaimas (pueblo feliz) ahora solo es "el pueblo de las lágrimas". Tanto él como los demás me preguntan siempre cuando acabará ésta maldición... La verdad aunque sea el propio druida... No lo se. Pero tengo, aunque pequeña, mi esperanza puesta en Antanas. Ese nene me narró con sincero corazón lo que experimentó hace dos noches, "antes que su madre muriera": 
Buscaba una planta para intentar curar la dolencia de ella, es tan difícil en estos  días q casi nada crece y si  lo hace, brota algo podrido. Así que para encontrar algo debes viajar lejos fuera de estas malditas tierras, a lares más al norte, más  frías, solitarias y peligrosas. Encontró lo que buscaba en la pendiente de una montaña, intentó cogerla pero no la alcanzó así que se cayó. Pensó que estaba muerto pues al despertar, había un hermoso caballo blanco que emitía luz y tenía un gran cuerno en su frente. Pero inmediatamente se dió cuenta que era Epona (diosa). Entonces intentó acercarse, pero no podía moverse. Tenía el cuerpo destrozado. 
-Qué haces lejos de casa pequeño? -preguntó ella.
-Intento salvar a mi madre.
-Puedo salvarte a ti.
-Y a ella?
-Y que tengo que ver yo con ella? El de la suerte hoy, eres tú.
-Si solo soy yo, entonces hoy, prefiero morir.
Epona sonrió, le miro detenidamente a los ojos y acercándose le dijo:
Claro... puedo salvarla. A cambio solo te pediré que hagas algo...
entonces le susurró al oído...