Era el día, el cumpleaños de padre, ya estaba todo preparado y comenzarían a llegar los invitados, todos adinerados, influyentes, poderosos y por supuesto, todos blancos.
La fiesta me daba igual, mi gran día no era hoy sino mañana.
Con mentiras y escusas saldré de la mansión para unirme a mis "hermanos", los de verdad, los que he elegido en la vida para compartir y sobre todo defender los derechos de las personas de color, color negro, pero personas igual que los blancos.
Junto a mis padres y mis dos hermanos mayores comencé a recibir a los asistentes, muy dignos y elegantes a los pies de la majestuosa escalinata de la mansión.
Por fin, ya llega mi tía abuela, con su sonrisa pícara y sus ojillos burlones. Sé que disfruta de todo este teatro que monta su familia, se ríe de ellos, por eso jamás falta a un evento.
Ella fue la que me contó la verdadera historia de mi familia, la que despertó mi curiosidad, ella, solo ella, fue la que me inculcó que todas las personas somos iguales, independientemente del color de nuestra piel...
- Si tus padres supieran que su secreto te lo he contado jajajaja.
la observo avanzar hacia mi, mientras recuerdo como si fuera ayer cuando me descubrió mis orígenes, aquella esclava negra que volvió loco de amor a aquel tatarabuelo, los hijos que llegaron de aquella pasión entre mujer negra y hombre blanco con su mitad sangre negra y su mitad sangre blanca, miro a mi derecha, mi padre, mis hermanos, todos lleváis sangre negra igual que yo, aunque no lo aceptéis, ni siquiera hablar de eso, nunca.
Por eso, por mis raíces, por mis hermanos, los otros, mañana iré a luchar, a manifestarme con todas mis fuerzas, con toda mi voz....
No sé vivir sin leer, sin contar historias, sin soñar despierta... Tengo dos libros…
Miembro desde hace 3 años.
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Me ha gustado, enhorabuena
Saludos Insurgentes