«Lucrecia»

HOY

En el sofá Lucrecia mira hacia arriba a Timoteo con la cabeza apoyada en sus piernas. Las cámaras colocadas por toda la casa parecen no importarles. En la casa de Gran Hermano son casi las tres de la madrugada y son los únicos habitantes despiertos. Tras una semana de palpable tensión sexual, es él quien da el primer paso.

—No puedo contener lo que siento —dice a Lucrecia justo antes de lanzarse a devorar su boca.

Aún teniendo una relación de más de una década, Timoteo se olvida del resto del mundo y disfruta de los placeres carnales que esta noche se le ofrecen.


DIEZ DÍAS ANTES

Es la presentación de los concursantes de la última edición de Gran Hermano, Lucrecia, una atlética joven de melena rubia y ojos azules interactúa con Timoteo, un profesor de universidad de unos cincuenta años sin apenas pelo y entrado en carnes. La joven no para de reír las gracias del académico que no cabe en sí por tener audiencia tan atractiva.


UN MES ANTES

Lucrecia recibe una llamada.
—¿Si?
—Hola Lucrecia. Antes de nada pedirte que por muy rara que te parezca esta llamada no cuelgues.
—¿Quién es?
—Eso no importa. A lo largo de mañana recibirás una llamada. Será para que entres en la edición de Gran Hermano de este año. Si haces lo que digo la recompensa será el triple del premio: trescientos mil euros en total. Para que veas que no voy de farol en una cuenta tienes un adelanto...
—¿Pero...?
—Has oído bien. La misión es seducir a Timoteo Martínez. Hacer que se olvide de su pareja. Necesito que acabes con su relación...


DOS MESES ANTES

Timoteo y su mujer cenan con Marcos, el hermano de Timoteo y productor televisivo. Marcos no puede evitar fantasear con ella. Tendría que haber sido él quien se casase con ella. Tendría que haber sido él.