«Sin saberlo»

Hoy ha entrado su novio en la casa y me ha cogido por sorpresa. No se porque, ya que es algo que suelen hacer cuando se acerca el final del concurso. Lo he visto en ediciones anteriores. Se casan dentro de tres meses y la dirección del programa ha pensado que sería la mejor sorpresa para una de las finalistas. No sé en quién habrán pensado para mí, pero en estos momentos no me importa. No puedo parar de mirarles. Parecen inseparables. Sus bocas se buscan constantemente. Me ha presentado como su mejor amiga. Debería ser un halago por haber llegado al primer puesto de la amistad en tan poco tiempo, pero no lo es. Les he dejado a solas en el jardín de la casa para que tengan intimidad. Ese es el motivo que les he dado, por no decirles que no soporto ver cómo se acarician. Quién me iba a decir cuando llegué al casting con el cartel de CLAUDIA 8537, que ahora estaría así. Yo, quién se ha reído de todos los “romances” que han habido desde la primera edición, a quienes he tachado de frikis o fantásticos actores , me iba a ver jodidamente enamorada. Seré estúpida.

Algo ha cambiado y tengo miedo. No puedo parar de besarle, porque aún le quiero. Pensar que nos casamos en tres meses me da vértigo. Lo que creía querer toda la vida ha desaparecido en mi estancia aquí. Miro constantemente la puerta por donde se ha ido ella, nos ha dejado solos en el jardín. Quisiera salir corriendo a buscarla para decirle todo lo que siento. Le miro a los ojos y le pido perdón mientras brotan lágrimas de los míos. Sorprenderé a mucha gente y decepcionaré a mucha otra. Pero no puedo dejar que esto acabe sin ella saberlo.