«Memorias de una lucha»

- "Luther King fue un gran luchador, gracias a él hoy podemos disfutar de una tranquilidad que, en mi época, era impensable..." -Comentaba un anciano afroamericano a dos pequeñas con rizos chiquitines y piel mulata.
- "Abuelo, abuelo... ¿Cómo era la vida antes?" -Preguntaba una de las niñas con gesto expetante.
- "Antes de su revolución, éramos considerados inferiores que los blancos... Teníamos que enfrentarnos a discriminaciones día tras día... Prácticamente nuestros derechos eran inexistentes..." -Se extremecía al recordarlo.
- "¿Sólo por tener un color de piel distinto a ellos?" -Preguntaba la otra niña, confusa.
- "Sí... Por eso, Luther King, quien era Pastor en una iglesia, se reveló ante una gran injusticia... Arrestaron a una mujer por no ceder su asiento a una persona blanca, y, él hizo un boicot de autobuses..." -Contaba el hombre.- "También lideró la "Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad...", pero siempre optamos por el diálogo..."
- "Ellos os maltrataban y vosotros érais pacíficos... Eso es injusto..." -Se indignaba la más mayor.
- "Lo es, pero... El odio, sólo genera más odio..." -Acarició la cabeza de su nieta.
- "Quiero ver al señor que nos hizo libres..." -Pidió la más pequeña.- "Le haré un dibujo para darle las gracias..."
- "Oh..." -El abuelo sonreía con cierta pena.- "Me temo que él fue asesinado..." -La niña se entristeció.- "Pero no llores... Él ganó un Premio Nobel y nos consiguió derechos..."
- "Algún día iremos a visitar su tumba para darle flores..." -Se levató la niña mayor.- "Vamos Alice, mamá nos espera..." -Cogió de la mano a su hermana menor.
- "Luther... Amigo mío..." -Miraba el anciano al cielo.- "Gracias por hacer nuestro sueño realidad..."