«Mi medicina»

-Se supone que no celebras cumpleaños... Y sin embargo, tú y esas flores en tus manos... aquí están.

-Y, se supone que una vez te dije: "MEJOR ES DEMOSTRAR AMOR TODOS LOS DÍAS, QUE TAN SOLO PREGONARLO UN DÍA EN ESPECIAL". 

-...

-No llores mi amor.

-Debo, pues me haces feliz.

-A ver... Déjame secarte esas lagrimitas mujer. Tenía que estar aquí a tu lado pues, que haría el verano sin el sol?

-Pero como ya vez... Mis días se han vuelto fríos. El invierno neva sobre mí.

-Dejame besarte cubito de hielo. Permíteme ser una pequeña fogata en tu corazón. Ven abrázame!

-...

-... Por donde discurre tus temores?

-Por un sendero agreste.

-Cántame tu endecha.

-Busca a una de mis manos. A cinco de mis dedos. A dónde se han ido? Dulcemente maldita se ha vuelto mi sangre, que me la arrancado de mi ser. Ya no habrá melodía en el arpa. Del piano solo saldrán miserias entonadas. A veces quisiera coger una daga y...

-No! No digas más. Una tragedia no es un buen género para la historia de nuestro amor. Preguntas por tu mano. Reclamas por tus dedos. Pero amor... Aquí están...

-... Esa... Esa es tú mano.

-Sí. Y ahora te pertenece.

-... Y que pasará cuando uno de mis pies o piernas también echen vuelo?

-Pues aquí también... "tienes estos". Lo mío es tuyo. Acaso no fue el propio creador que dijo: <<[...] SERÁN UNA SOLA CARNE?>>

-... El invierno parece desvanecerse en mí. Puedo divisar un nuevo día mañana. Uno deslumbrante como tú sonrisa.

-Sonrisa que solo tú amor me provoca ... Nena, disculpa interrumpir sobre el telón pero, ya es hora de tu medicina.

-Que extraño, pensé que ya lo estaba tomando.

-En que momento?

-"... Desde que llegaste".